El Metro de Londres es como se sabe uno de los más antiguos y grandes del mundo. Mejor conocido como London Underground que es su verdadero nombre en inglés, posee más de 250 estaciones activas y son miles de personas quienes los utilizan todos los días para manejarse por la zona del gran Londres.
Pero además de la utilidad que tiene, de la buena arquitectura y de la utilidad que tanto los londinenses como los extranjeros le dan a este medio de transporte, tiene una particularidad más, que tiene que ver con la parte artística.
Es que este metro se caracteriza por las producciones artísticas que en él se pueden apreciar. Y con lo que tiene que ver con el diseño también. Uno de sus exponentes más importantes ha sido su logotipo, que con el paso de los años se ha convertido en un verdadero emblema de la ciudad. Se trata de una marca registrada que se encuentra en muchos productos de merchandising y hasta de moda.
De hecho tiene una licencia de venta de ropa y accesorios que lo hacen reconocible por cualquier habitante del planeta. Esta “redondela” que es el nombre que comúnmente tiene, posee un diseñador, y hasta se sabe que la tipografía que se ha utilizado no fue al azar y tiene un dueño a su nombre.
En cuanto a la artes hay que reconocer que este Metro, las promueve a través de su plan Platform for Art y Poems on the Underground. Ya que con la idea de hacer más placenteros los viajes y las esperas se han decorado las paredes de los andenes y las zonas del metro con diferentes pinturas con colores y formas que recrean la visión.
Algunos de esos diseños datan de las primeras décadas del siglo pasado; como Kauffer y Fougasse y en los últimos años se ha dado oportunidades a artistas más modernos y nuevos; como Bellany.
Allí se pueden encontrar además, algunos murales que son réplicas de otros pintores, y se ha dado mucha importancia a los diseños que se han utilizado para la construcción y decoración de las zonas del metro, como el art decó o el modernismo.
Lo más llamativo de este tipo de decoraciones y pinturas, es que con el paso del tiempo se han convertido en un símbolo de la estación, por lo que los viajantes, sobre todo si no son de la ciudad, pueden reconocerlas a través de las arcadas, los murales, las pinturas, o los colores que se pueden encontrar.
El metro de Londres ha sabido encontrar a lo largo de los años, todos aquellos puntos que lo hacen distintivo.